El publicista tuvo un sueño


Su perrita deambulaba en el parque, olía entre los arbustos y de vez en vez miraba hacia arriba observando fijamente los árboles, algunas veces una mosca se posaba en su nariz y ella peleaba aguerridamente para deshacerse de ella. El publicista caminaba tras ella, algunas veces también solía ver como hacia arriba pero en búsqueda del cielo, las matas largas de los árboles solían estorbarle el panorama pero disfrutaba sentirse minúsculo justo ahí .

Le gustaba el silencio del parque, el aire que se colocaba provocaba un sonido peculiar, como si el espacio tuviera vida le dijera "mira, ven, respira, déjalo todo, siéntate, calla, mente en blanco, disfruta, vive el silencio". Nada en este mundo lo llenaba tanto.

Cada fin de semana estaba ahí, a las 6 de la tarde y era su momento de gloria. No podía explicarlo, pero si por alguna razón no podía hacer este ritual de seguir a la perrita, escuchar el silencio, sentarse en una banca unos minutos y pensar en la nada, sentía que si vida estaba incompleta. Así lo venía haciendo por años, no pensaba dejarlo sin un buen motivo. 

Peculiarmente la perrita este día estaba intranquila. Era como si el parque le molestara. El publicista también estaba intranquilo, era como esa sensación de saber que algo va a pasar pero no poder definir qué.

Llegó a su banca favorita, cercana a la fuente, a la mitad del parque bajo la luz de un farol. 18.30 de la tarde, a tiempo.

Uno o dos cigarros mientras la perrita se acuesta en el pasto y el silencio hace su magia. 100 sábado así.

Cerró los ojos un momento y llenó sus pulmones del humo de un cigarro Lucky Strike, sostuvo el aire unos segundos cuando escuchó el llanto de la mujer. Se giró de sobresalto y la descubrió sosteniendo una foto enjuagada en lágrimas vista por el rostro más triste que había visto en meses.

- ¿Estás bien? - preguntó el publicista a la mujer vestida en pants rosas y playera marca nike blanca con sudadera gris.

El silencio sólo era interrumpido por el sollozo. ¿por qué siempre le pasaban estas cosas a él? debía ser el castigo de la vida por ser un impulsor del capitalismo como tantas veces le dijo el maestro de sociología en la universidad que sólo daba clases para burlarse de los alumnos.

Puta madre - Pensó -

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