Madrugada
Salieron en la madrugada. Realmente habían dormido bien. Tomaron rumbo a la costa cerca de las 5 de la madrugada. Durante la primeros 15 minutos no se hablaron más que para señalar la luz amarilla de un semáforo. Fuera de eso, el rencor mutuo se hacía presente.
Él tenía claro porque ella le caía mal, sin embargo no sabía porque él le caía mal a ella. Tenía ideas, pero nada concreto. Debían ser sus gustos musicales.
Ella prefería la música clásica y el rock pesado, gótico para ser exactos, él en cambio estaba más cerca del britpop y la música inglesa.
Cerca de las 6 de la mañana el publicista decidió conectar el bluetooth del auto, había pasado ya una hora sin sonido al interior del auto. La mirada de la mujer hacia el stereo le importó poco. Puso The dark side of the moon.
- No pongas música de drogos - le dijo la odiosa mujer. El comentario realmente le ofendió al caballero del volante.
- No tienes idea de lo que hablas - le respondió ignorando la petición.
La mujer chasqueó la boca y se giró hacia la ventana. El publicista se descubrió intolerante y después de 3 canciones le cedió el teléfono a la mujer. Ella tomó el aparato sin dudar y colocó Ride the lightning de Metallica. Fue mejor de lo que esperaba.
¿A qué iban a la playa?, el publicista había olvidado la razón, se dio cuenta de ello mientras recogía un café en un oxxo, el último antes de entrar a la carretera, estaban a mitad del disco y había descubierto que el inglés de su acompañante no sólo era pésimo, sino insultante.
Encendió el auto, ella había comprado unas donitas bimbo y él tenía en su poder el peor café del mundo. Al abrocharse los cinturones y emprender el camino ambos vieron su propiedad y apartaron la mirada de la p
Él tenía claro porque ella le caía mal, sin embargo no sabía porque él le caía mal a ella. Tenía ideas, pero nada concreto. Debían ser sus gustos musicales.
Ella prefería la música clásica y el rock pesado, gótico para ser exactos, él en cambio estaba más cerca del britpop y la música inglesa.
Cerca de las 6 de la mañana el publicista decidió conectar el bluetooth del auto, había pasado ya una hora sin sonido al interior del auto. La mirada de la mujer hacia el stereo le importó poco. Puso The dark side of the moon.
- No pongas música de drogos - le dijo la odiosa mujer. El comentario realmente le ofendió al caballero del volante.
- No tienes idea de lo que hablas - le respondió ignorando la petición.
La mujer chasqueó la boca y se giró hacia la ventana. El publicista se descubrió intolerante y después de 3 canciones le cedió el teléfono a la mujer. Ella tomó el aparato sin dudar y colocó Ride the lightning de Metallica. Fue mejor de lo que esperaba.
¿A qué iban a la playa?, el publicista había olvidado la razón, se dio cuenta de ello mientras recogía un café en un oxxo, el último antes de entrar a la carretera, estaban a mitad del disco y había descubierto que el inglés de su acompañante no sólo era pésimo, sino insultante.
Encendió el auto, ella había comprado unas donitas bimbo y él tenía en su poder el peor café del mundo. Al abrocharse los cinturones y emprender el camino ambos vieron su propiedad y apartaron la mirada de la p
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