Puedo estar equivocado

La pistola sabía horrible. Y sin dudarlo el ver el reflejo en el espejo tampoco le era satisfactorio. Amarrado a la silla con la sangre bajando por el dorso del mueble y haciendo el suelo un asco era una imagen que tenía en la cabeza de una película de terror que vió por error cerca a la Rambla de lo Estudiantes en su querida Barcelona. 

Él sabía que no iba a morir inmediatamente sino en un par de horas cuando estuviera completamente desangrado. El corte en las muñecas aunque profunda tardía en drenar su cuerpo.

 Le apenaba que lo encontrarán así días después cuando la descomposición hiciera un olor terrible. Aunque estaban en una casa perdida enla nada dentro de ese frío bosque, no le agradaba la idea de alimentar moscas o roedores cercanos. Pero sabía que el movimiento de los animales seguro llamaría la atención de alguien. Su última esperanza era dejar alguna señal de alguna manera porque la madera no graba audios y el vidro tampoco graba videos.

- ¿Qué clase de publicista muere en el bosque? - suzurró a la nada.

No había nadie cerca en kilometros.

Esto era todo. Así acababa el intento de rescatar a la hija de su amigo. Pinche publicista detective. 

Intentó hacer un numero ocho con la sangre que goteaba pero por más que lo intentaba parecia un número seis. Su intención de dejar la marca del famoso símbolo del universo parecia no ser posible.

- ¡Puta madre! - dijo a la nada otra vez y comenzó a reirse. Inclinó la cabeza hacia atrás para ver el techo, imaginó que podría ver el cielo y despedirse de ella. Un mensaje único que jamás sería leído, escuchado o interpretado. 

- Siempre te quise - dijo cuando la silla se venció y la sangre acumulada en apenas un recoveco donde se unía el respaldo con la unión de la base tronó con un sonido como de una rama quebrandose.

El publicista escuchó el sonido, hizo sus cálculos, estaba como a 2 horas de cualquier población cercana, aún amarrandose las muñecas suponiendo que pudiera soltarse de la silla moriría desangrado. 

Le animó pensar que si sus asesinos volvía y no lo veían se preocuparían y quizás, solo quizás, de alguna forma podría dejar su último mensaje como pista para que atraparan al verdadero asesino sus colegas.

- Bueno... aquí voy - dijo antes de impulsarse con los piel y erguir toda su columna hacia atrás - si vamos a morir, vamos a hacerlo con estilo <<pensó>>


fin.

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