¿Cómo carajos lo hizo?

Ella solo sonrió a media distancia y siguiendo en la computadora hasta que escuchó del publicista unas palabras que no solo hirieron su orgullo sino que implicaban un cambio de creencias en esta pequeña mujer.

- No lo sé, no lo creo, yo no he perdido desde hace mucho, debe ser que solo en eso conspira el universo para mi.

Cada frase tenía algo que le encabronaba, "No lo sé" el descredito ajeno, "no lo creo" se siente más que yo, "Yo no he perdido desde hace mucho" el ego y la superioridad en una frase pero la que más le dolió fue la del universo conspirando por un tipo engreído como el publicista alias, director.

No iba a decir nada pero algo dentro suyo no pudo más y alcanzó a decir

-Es que no haz jugado contra mí -  se sonrió, algo dentro de ella y su respuesta le hacia feliz y completa. Ninguna frase siguió después, algunos segundos pasaron y el silencio en la agencia era impresionante hasta que el publicista alzó la vista de su computadora y se giró:

- Tal vez, pero hoy no y mañana, no creo.

Ella no dijo nada, pero todos escucharon una repiración muy profunda.

Faltaban 5 minutos antes de la salida, no valía la pena emitir un comentario, todo puede quedar ahí- Ya no digas nada, ni siquiera está haciendo caso - se dijo para si misma antes de voltear de reojo a verlo y descubrir una media sonrisa en el rostro del publicista.

¡Eso no! podía permitir todo menos una media sonrisa, y menos a costa de ella, comenzó a guardar sus cosas en la mochila rosa de chicas súper poderosas, el tiempo pasaba lentamente, camino hacia la cocina lentamente y se sirvió medio vaso de agua, todos los demás salían lentamente mientras ella regresaba a recoger su mochila.

- Adiós dijo el diseñador-

- Hasta mañana - comentó la diseñadora y la community levantó la mano y se despidió justo cuando ella tomó su mochila. 

Pudo haber caminado hasta la salida en silencio, al publicista director no le habría importado, estaba en su computadora y sin embargo, algo dentro de ella había creado una hoguera entre su pecho, un calor que no había sentido desde los 13 cuando en la secundaria vi "al amor de su vida" besando a su mejor amiga.

Se acercó lentamente al escritorio del publicista, jaló la silla y se sentó con una mirada retadora que no sabía que tenía, sacó las cartas del juego uno y comenzó a barajearlas, mientras no despegaba la mirada al publicista que lentamente volteaba a ver a la mujer.

- ¿Qué quieres perder? - dijo ella en una actitud de enfado increíble.

El publicista estaba sorprendido, y le dirigía una mirada atónita, esto nunca le había pasado.

La mujer no dejaba de torcer la mueca hasta que alzó las cejas y volvió a repetir "qué quieres perder".

El publicista bajo la pantalla de la mac, la agencia estaba vacía y solo podía sonreír discretamente, sabía que estaba en un aprieto. ¿Qué iba a hacer?, hasta ese momento se daba cuenta que había alardeado demasiado y ahora tenía en su escritorio a una mujer pequeña de apenas los 1.50 metros con una mirada muy retadora.

- La pregunta no es qué quiero perder sino ¿qué quieres ganar? - le respondió el publicista.

La mujer encontró una mirada diferente esta vez en el publicista que sin embargo no dejaba de sonreir, estaba decidida a darle una lección, una lección que no fuera a olvidar nunca.

...

Después de 3 juegos ella salió de la habitación con una mueca en la boca y los ojos muy abiertos, miró hacia el techo, aún no llovía aunque estaba nublado, atrás de ella se quedó el publicista a revisar planeaciones. Sólo una pregunta tenía en la cabeza <<¿Cómo lo hizo?>>.


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