Terranova

 El frío de la noche calaba el sueño, llevaba ya horas sin dormir, afortunadamente se había hecho ya con un par y probablemente podría dormir otro pasadas las 3 de la mañana, eso harían cuatro, la mitad de lo recomendado. Llevaba una semana así, escapando de cualquier lugar sin buscar uno propio.

En el fondo, el hastío era demasiado, vivir así no es vida.

Solía escaparse de a pocos, resolviendo cosas ajenas, entregándose a lo que disfrutaba deseando estar tranquilo, antes había soñado la muerte, ya sólo quería recibirla con los ciclos cerrados.

Este era otro.

Salió agarrando lo que pudo.

No regreso.

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