Chau

 Mucho de lo que hacemos no lo pensamos, simplemente surge porque es lo que somos, es nuestra naturaleza, está en nosotros. Mostramos lo que somos porque es como crecimos. Aún disimulando somos simulación, no somos contexto curvo sino línea recta. Esta puede verse en nuestros ojos: la alegría, la rabia, el enojo, la frustración son emociones que dibujan líneas, muchos hemos aprendido a dibujarlas, en el rostro, en las manos, en el andar o el sonreír. Fantasmas dibujados donde en realidad se está vacio.

Eso soy yo, un fantasma vacío que sabe dibujar.

Después de que me dijeron que viviría medio muerto muchas cosas perdieron sentido y muchas otras ganaron el mismo. No es que una cosa desapareciera por la otra, sino que más bien gano espacio dentro de mi mente, mi corazón.

Algunas que ganaron más espacio me hicieron encabronar y que surgieran preguntas: ¿Por qué yo? ¿Por qué así?, ¿por qué no mejor morir y dejarlo todo?¿por qué ahora?

Preguntas que se anidaron en mi corazón y que con el miedo de morir se escondieron entre esas cosas que fueron ganando espacio hasta esconderse pero que un día, simplemente porque soy lo que soy, aparecieron.

La vorágine que sucedió barrió con todo. Con lo poco que había o con lo mucha que estaba. Nada quedó.

Y entonces algunas cosas confirme, otras perdieron significado.

La vida, la muerte, ser hombre, ver mujeres, saber de ti o no saber, respirar o no saber de mi.

No lo sabes pero a veces respirar duele, bueno, quizás lo sabes, porque sé que lloraste. Igual me pasaba a mi, después de llorar, el aire que entraba al cuerpo cortaba como cutter la carne. Una bola de carne en medio de la garganta provocaba un terrible dolor. Me quería morir, seguro tú también.

Crecer y ver crecer. Quien te ama jamás te abandona. La suma de ambos es uno. Mirar juntos hacia el mismo lado. Para siempre juntos.

Y entonces no, así, de sencillo, la respuesta es no, porque uno es quien es, y el que es es uno no puede impedir que el otro sea. Sería inhumano pedir que estés donde no quieres estar.

Yo jamás querría que fuera infeliz, quizás aunque piense que mi forma de entender la vida no es mala, mi forma de ser en ella sí que lo es y por eso te vas, porque en el fondo no te imaginabas una vida así, y tienes derecho de vivir como te place solo porque sí y así.

Cuídate.


Reno

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