La historia contada

El plan estaba claro: contraataque. Había que hacer algo y hacerlo mejor. La historia ya había sido contada y explicada 3 veces por tres diferentes personas, la hija, la ex y el publicista. El único que no estaba en sintonía era el tipo. Hasta el momento nadie tenía claro que estaba haciendo ahí justo antes de salir del motel pero algo era seguro. Ya estaban ahí. Omitir alguna parte no tenía ningún sentido.

La hija respiraba lento, sabía que les buscaban. La ex quería abrazar al publicista y el publicista no dejaba de tocarse el mentón. El dolor era parecido como a cuando te muerdes la boca. El tipo, el otro, lejano, miraba encima del tablero hacia el retrovisor como queriendo averiguar algo. No tenía ningún éxito.

Ahí estaba el equipo de sus sueños. El equipo de cada uno de ellos, pero ninguno quería estar ahí.